A comprender a mis hijos,
A oírlos pacientemente
Lo que tengan que decirme
Y a contestar con cariño
Todas sus preguntas.
Impídeme interrumpirlos
Y contradecirlos.
Pero permíteme corregirlos
Hazme tan cortés con ellos
Como desearía que fueran conmigo.
Dame valor de confesar mis faltas
Hacia ellos y aceptar su perdón
Cuando sepa que he procedido mal.
Haz que no hiera sus sentimientos
Innecesariamente.
Prohíbeme que me ría
De sus errores
Y que recurra a avergonzarlos
O a ridiculizarlos como castigo.
Haz que no los tienten a mentir o a robar,
Guíame para que con mi ejemplo
Les pueda demostrar
Que la honestidad nos hace felices.
Ciégame para que no vea
Sus pequeños defectos
Y ayúdame a ver sus cualidades.
Dame justas palabras de alabanza.
Ayúdame a tratar a mis hijos
De acuerdo a su edad,
Pero no dejes que les quite
El sentido de su responsabilidad.
Y cuando yo no sepa qué hacer
Ayúdame a callar, Señor.
Que no les quite la oportunidad
De valerse por sí mismos,
De pensar, elegir y
Tomar sus propias decisiones.
Permíteme guiar
Todos sus deseos
Y no darles privilegios
Que les sean perjudiciales.
Hazme tan justo y honesto,
Tan considerado y amigos
De mis hijos,
Que ellos tengan verdadera estima
De mí, me amen e imiten.
Amén, amén, amén
-----------------------------------------------------
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
No hay comentarios:
Publicar un comentario