jueves, 2 de agosto de 2012

Como aquella mañana cuando le dije sabes jamás te dejaré de amar, eres mi linda, mi linda...

- Aquella mañana el pastor dijo no sé cómo explicarlo pero ayer a eso de las diez de la noche mientras estaba leyendo algunas páginas de uno de los libros de Joseph Prince llegó un momento en que me vinieron pensamientos a la mente y dije quizá esto lo debo poner en facebook, y llamé a mi hija la mayor para consultarle algunos detalles ya que ella tiene cierta práctica en esto de poner escritos, vídeos, fotos en fin en cambio yo como ustedes saben esto es muy nuevo para mí y fue así que con el apoyo de mi hija llegué a publicar aquellas líneas que inclusive hasta el momento en estas pocas horas de haberlo publicado tengo entendido que ya más de quinientas personas han leído lo que he puesto en facebook y si me permiten voy a leer de manera pública aquello que anoche se publicó y dice así: Quiero contarte un testimonio de una señora de nuestra iglesia. Una mañana fue a que le hicieran una mamografía. Los médicos encontraron unos bultos en uno de sus senos y le dijeron que volviera por la tarde a la clínica para hacerle más exámenes a fin de determinar si eran cancerosos. Pero esa señora acababa de oírme enseñar que como Jesús es, así somos en este mundo. Por lo tanto, antes de volver a la clínica para que le hicieran la biopsia, escribió en su historia clínica: "¿Tiene Jesús tumores en su pecho? Porque yo soy como Él". Esa tarde, volvió a la clínica y... ¿adivinas qué? Los médicos le dijeron que hubo un error ¡porque no encontraban ningún bulto! ¿Sabes porqué? ¡Porque ella es como Él!.

Y el autor sigue diciendo: Acabas de conocer el poder de mirar a Jesús. Si piensas que con solo mirar a Cristo no haces nada práctico, te desafío a que hoy hagas la prueba. De hecho, es lo más práctico que puedes hacer. Mantén los ojos fijos en Cristo, y te parecerás cada vez más a Él. Saben dijo el pastor hay momentos en que cuando vemos que algo puede ayudar a incentivar la fe ese es el momento por decirlo así en que debemos pelear la buena batalla, porque una parte de tu mente dirá no, para qué no tiene sentido y la otra parte dirá hazlo, a alguien puede ayudar en una situación difícil y ahí en aquella mañana decía más cosas...

¿Y tú te hubieras animado a poner algo así?

- No sé, a veces uno piensa qué dirá la gente.

Es cierto y de tanto pensar en qué dirán los amigos y los no amigos, los conocidos y los no conocidos etc, etc, etc nunca ponemos nada de esto, a veces pienso.

- ¿Qué?

No, mejor no lo digo.

- Vamos chico dilo.

¿Y si después aparece en un blog?

- ¡Qué importa!.

Sí seguro como no eres tú.

- Es una broma amigo, claro que me importa.

¡Ah qué bien! porque a decir verdad un poco que me preocupa que a nadie le importe nada mío.

- No digas eso amigo, sí nos importas lo que sucede es que muchas veces somos muy silenciosos y ése es un defecto quizá de muchos latinos aunque algún pastor por ahí diría ese es un aspecto de tu relación no tan clara con Cristo Jesús, sucumbes al silencio en vez de dar una palabra de aliento.

¡Ah caramba! creo que tú eres ese pastor ¡eh!.

- No, lo que pasa es que son formas para decir algo.

Como el viento a las aves... en sus ojos, en su sonrisa...

- ¡Guau! y viene la inspiración.

Como aquella mañana cuando le dije sabes jamás te dejaré de amar, eres mi linda, mi linda y ahí lo dejo amigo.

- ¿Y continuará?

Claro que continuará ¿qué pasa chico?


Manuel Núñez del Prado Dávila

Escritor peruano

Es parte de una de mis novelas que todavía no he publicado...


Joseph Prince ha expresado: Nuestra primera respuesta a una situación difícil tiene gran importancia. Lo primero que debemos responder al descubrir un síntoma en nuestro cuerpo, cuando recibimos un informe negativo o cuando estamos ante un problema es: "Soy la justicia de Dios en Cristo".

Veamos... aquí es cuando se requiere de veras que afirmemos nuestra fe. Es este el momento en que necesitamos decirlo. Porque no basta con saber que has recibido justicia, sino que necesitas creer y confirmarla. ¡No es fe si no la afirmas! Pablo dijo: "Escrito está: "Creí, y por eso hablé". Con ese mismo espíritu de fe también nosotros creemos, y por eso hablamos". El espíritu de fe tiene que ver con creer y hablar. Así que no importa cuántos sermones o libros sobre la justicia hayas oído y leído. Tienes que hablarla.

Cuando fracasas y no cumples con el perfecto parámetro de la ley, es momento de ejercer tu fe y afirmar: "Soy la justicia de Dios en Cristo".

En ese preciso momento en que ardes de enojo contra tu cónyuge o en que pierdes los estribos en el tránsito, hace falta fe para decir que recibiste justicia, porque sabes que has fallado. Y ¿sabes qué? En el momento en que lo digas, aunque la furia te invada, sentirás que has abierto la puerta a algo bueno, incluso en esa situación. Da un paso atrás y empieza a relajarte y la ira se esfumará cuando empieces a darte cuenta de tu verdadera identidad en Cristo.

Y el pastor Joseph Prince también nos dice: Quiero que tu vida sea bendecida, drásticamente, y eso solo puede suceder si se te predica drásticamente el favor inmerecido de Dios. Oro por haber hecho eso en este libro. Lo que el Señor me dijo en 1997 mientras estaba de vacaciones con mi esposa en los bellísimos Alpes suizos, sigue siendo para mí tan vivido como en ese momento: "Si no predicas drásticamente la gracia (inmerecido favor) las vidas de las personas no podrán ser bendecidas drásticamente, ni transformadas drásticamente".


Joseph Prince  "Favor inmerecido".


"Soy la justicia de Dios en Cristo"

Manuel Núñez del Prado Dávila



Manuel Núñez del Prado Dávila en la Biblioteca Nacional del Perú ...


Eres hermosa... única... especial... te amo... te amo... mi cielo lindo... Te admiro; claro que sí... Eres realmente maravillosa...

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