No quiero que muera la poesía

Y ahí estábamos
entre la brisa y el mar
tú me mirabas
yo te miraba
y una mañana
me acerqué a tu cuerpo
y al tocarlo
sentí la fuerza de un amor profundo
los niños jugaban
y me acordé de una frase cuando era niño
el amor es intenso
el amor es bello
apreté fuerte tu cuerpo a mi cuerpo
y en ese momento sentí tu abrazo
te amo
te amo escuché de tus labios
y fui el hombre más feliz
feliz en aquel poema
porque todo esto es un invento
no hubo brisa
no hubo mar
no hubo una mañana
en que me acerqué a tu cuerpo
y te abracé fuerte
no mi cielo lindo
y sabes
no quiero que muera la poesía
pero hay rimas que no llegan
y no llegan
porque también de abrazos
uno se alimenta
de miradas que son fuertes
de miradas que llegan al alma
y hay poemas que son grandes
por las vivencias
donde un abrazo
es un abrazo
y una mirada
es una mirada
y hoy te pido mírame
en parte
para que no muera la luna
de abrazos reales
de abrazos intensos
hoy quiero correr bajo la lluvia
contar historias
y no sueños
y si nunca me llegaras amar
me quedo con los inventos
ahí es donde somos felices
y es ahí donde tú me abrazas
y es ahí donde yo escucho
te amo
te amo mi cielo lindo
no quiero
no quiero que muera la poesía
y una voz me dijo no
miré a sus ojos
ella me amaba
y en ese momento me despierto
y todo había sido un sueño.


Manuel Núñez del Prado Dávila

Escritor peruano