miércoles, 8 de marzo de 2017

Y siempre la recuerdo...




















Y en ese pueblo había uno que jugaba muy bien, y un día intentó hacer una chalaca y no pudo pero un momento después hizo un gol de palomita y su equipo ganó uno a cero con el único gol que él había hecho, y en una entrevista que le hicieron dijo me hubiera gustado hacer muchos goles pero hoy día no pude.

- ¿Estás hablando de lo que sucedió en Chiclayo?

Sí, y dicen que ese día una linda chica de veinte años se acercó al jugador que hizo el gol y le dijo juegas muy bien y mala suerte que no te salió la chalaquita pero se notó que eres muy hábil y muy rápido y sabes le seguía diciendo yo soy una de tus admiradoras, gracias le dijo eres muy hermosa y si yo fuera poeta me gustaría escribirte muchos poemas.

-¿Y eso sucedió de verdad o es un invento?

Bueno es lo que a mí me contaron y cuánto me gustaría que una chica me dijera que me admira pero me pregunto ¿y de qué me admiraría? Yo no juego bien, no canto, no soy poeta, no soy escritor, y a veces que me animo a alentar a las personas aunque yo por dentro estoy muy desalentado, desde que ella me dijo no como que mi mundo se vino abajo y nunca te dije pero yo quería escribir una novela pensando en ella y decirle a través de esa novela que ella es la mujer más linda que he conocido y muchas cosas más pero desde el momento en que me dijo no algo pasó en mí y de esa alegría de querer escribir una novela sin ser escritor pasé a una tristeza que yo me entiendo y ahora no quiero para nada escribir una novela, y el tiempo está pasando y me estoy quedando solo, creo que me voy a animar a escribir algunos poemas pero de tristeza, y tal vez muchos no quieren poemas de tristeza si no de alegría, de bellas tardes, de bellos momentos, de abrazos, de besos, de noches apasionadas, y de cada tarde sentados en la banca de un  parque expresando su amor de una manera dulce, de miradas que se encuentran, de sonrisas que se buscan, de abrazos que se desean, ¡oh Dios!...

- No llores amigo.

Y recuerdo que un día le dije sabes algún día escribiré una novela, y si es así tú estarás en lo más íntimo de mi corazón cuando esté escribiendo esa novela, me quedó mirando y me dijo ¿me amas? Sí le dije y ella guardó silencio.

- ¿Siempre conversaban?

Sí, teníamos la costumbre de encontrarnos en una esquina, ahí la esperaba...

- ¿Bonitos recuerdos?

Sí, aunque nunca me besó pero yo siempre buscaba sus labios, porque había entre nosotros una amistad especial y por momentos me parecía que me amaba, y entre otros detalles es por eso que buscaba sus labios, claro que de una manera delicada, y buscaba encontrar en su mirada algo profundo y así fue que poco a poco me estaba animando a querer escribir una novela, y siempre la recuerdo...


Manuel Núñez del Prado Dávila

Escritor peruano 

"Fragmento de una de mis novelas"...


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