Me hubiera gustado estar con ella sentados en la arena a la orilla de la playa

La playa, las nubes, las chicas, el ambiente todo era hermoso.

- ¿Y con cuál más te quedarías?

Con todo y una vez seguí a una chica en la playa.

- ¡Guau! eso sí que no lo sabía.

Mismo agente 007.

- Assu y ahora viene la pregunta de rigor ¿por qué la seguías?

¿Quieres que te diga?

- Sí.

¿Estás seguro?

- Vamos amigo que estás hablando con alguien que ha enamorado a varias chicas y solo una de ellas me aceptó, bueno era suficiente.

Jajaja.

- Vamos amigo ¿por qué la seguías? Ya me entró el bichito de la interrogante y no te suelto, lo dices ahora o es tu último día, como dijo un amigo en broma no me gustan los payasos y él era un cómico de primera, un genio para hacer chistes, y era una alegría grande para las chicas de una institución educativa cuando él se dedicaba hacer chistes, muy bueno y también cuando se daba el caso un peleador de primera aunque no sabía nada de artes marciales aunque casi nunca peleó pero de alguna forma un poco como que peleaba por los choques no tan suaves que se daba con algunos pero normalmente ahí quedaba todo, bueno vamos a lo tuyo ¿por qué la seguías?

¿Estás preparado?

- ¿Qué?

Pregunto si estás preparado.

- Ya pues amigo no te pases, vamos ¿por qué la seguías?

Por su cuerpo.

- ¿Tan solo por el cuerpo seguías a una mujer?

¿Qué quieres que te diga? ¿Que la seguía por su carácter?

- Bueno eso no pero también me dejaste sin respuesta, está bien la seguías por su cuerpo y aquí entre nosotros y el mundo no se enterará te lo aseguro ¿qué tal era su cuerpo?

¿Y por qué crees que la seguía?

- Lo dijiste todo ¿y pudiste hablar con ella?

No.

- ¿Qué pasó?

Se encontró con su enamorado y media vuelta y casi me pongo a cantar una canción de Javier Solís entonces yo daré la media vuelta que es una parte de la letra de una hermosa canción y que tal vez muchos han llorado al saber que su caso estaba perdido, y yo sin haber empezado estaba perdido, no te digo que me fui a tomar porque no tomo pero me fui por ahí a ver a quién seguía en una nueva oportunidad pero ese día estaba furioso sí o sí quería conseguir una chica que me quiera, que me abrace, que me mime, que me acaricie, que se dé la vuelta para acariciarla.

- Ey amigo ¿y eso?

¿Cómo que eso? ¿He dicho algo malo?

- No solo es una expresión para ver si tienes calle.

Jajaja ¿y sabes?

- Dime.

Me hubiera gustado estar con ella sentados en la arena a la orilla de la playa y yo abrazándola y diciéndole cosas hermosas y llenarla de besos, de caricias y alocarme en su cuerpo.

- Tranquilo amigo ¿qué pasa?

Solo dije alocarme en su cuerpo.

- ¿Y eso cómo lo entiendo?

No me decías anteriormente hace unas semanas atrás que tenías calle.

- La tengo pero lo tuyo está muy fuerte.

Ya no seas gracioso quise alocarme en su cuerpo.

- ¿Y qué hombre no quisiera alocarse en el cuerpo de una mujer?

Eso sí está fuerte ¡eh!.

- Jajaja ¿y te alocarías dedicándole una canción?

Claro esa es una forma de alocarse, salir de la realidad y hacer algo que la haga sonreír, que le agrade, que salga de lo normal, de lo convencional, de lo conocido, que aumente sus sentimientos de amor por uno, hacer algo que la saque del cuadro, hay muchas formas de alocar a una mujer, en el correcto sentido literario de alocar no en sentidos distintos fuera de lo que estamos hablando valga el alcance por si acaso algún día esta historia se publique.

- ¡Ah caramba! me hubieras dicho para hablar bonito, para cuidar mi lenguaje, para mostrarme que soy culto, muy culto y que ni siquiera bromeo.

Jajaja para la próxima.

- ¿Cuál próxima? Aquí ya me mataste, qué malo eres, ahora qué dirá el mundo, y qué de mi prestigio intelectual assu tan rápido subí de nivel.

Te pasas amigo.

- Como dice mi tío hay que ser artista jugando con las palabras ...

Manuel Núñez del Prado Dávila

Escritor peruano

Fragmento de una de mis novelas