Este poema es
peleando la buena batalla.
Aprendí muchas cosas de mi padre
a valorar el arte,
la vida.
Pero algo que quedó muy grabado
es cuando me habló de la palabra del Señor.
Y que sin él no somos nada,
por eso hijo mío
me dice
es de hombres
pelear la buena batalla,
acabar la carrera
y guardar la fe.
Porque hay algo más grande
que lo que este mundo ofrece,
y es la vida eterna.
Cuando ya no esté
me dice
solamente descansa
en la misericordia de Dios
y acuérdate de esos buenos momentos
que yo también
quizá con pena lo estaré haciendo.
Y en mi mente siempre
tú estarás.
Y cuando ese día
en que Cristo venga
miraré al horizonte
y al verte
buscaré abrazarte.
Porque siempre,
siempre
mi corazón estará contigo.
Mientras tanto
hijo mío
me dice mi padre
pelea la buena batalla.
Manuel Núñez del Prado Dávila
escritor peruano
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