miércoles, 23 de septiembre de 2009

y mis ojos se llenaron de lágrimas...

Un miércoles por la tarde el director de otra revista literaria me decía: gracias por tus escritos, y sabes estás generando toda una ilusión, tú eres de esos escritores románticos que muy de tiempo en tiempo aparecen, y algunos como que se van rápido, y te digo algo más -me dijo luego- hay algo en ti que no veo así nomás en otros escritores: como que tienes algo que decir. Y hay momentos en que apareces como una luz fuerte y es profundo lo que dices. Y si bien es cierto que hay una parte de la crítica literaria que guarda un silencio absoluto, que pueden decir algo pero prefieren no decir nada, por esto o por aquello, eso no significa que no estén apareciendo nuevos escritores brillantes, que marcan algunas diferencias en uno y otro sentido, pero ahí están expresando narrativamente una serie de aspectos, entre ficción y realidad, y que ciertamente están sobresaliendo... Y tú eres uno de aquellos que muy de tiempo en tiempo aparecen, y permíteme decirte antes que sea demasiado tarde: eres grande como escritor, y a los pocos días me enteré que el director de esta revista literaria había fallecido; mis ojos se nublaron y mis lágrimas empezaron a caer y quizá como que entendí que antes de irse él tuvo a bien decirme aquellas palabras que por siempre quedarán en mi corazón, aunque sólo estoy intentando algunas cosas, pero gracias, gracias amigo mío allí donde estés porque personas como tú también de tiempo en tiempo aparecen y mis ojos se llenaron de lágrimas...



Manuel Núñez del Prado Dávila

Escritor peruano

Es parte de una de mis novelas que todavía no he publicado...

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