Jorge Volpi
"Creo que la literatura latinoamericana posee una tradición muy poderosa..."
Luis García
Cuando Jorge Volpi se alzó en 1999 con el Premio Biblioteca Breve con la novela En busca de Klingsor, era un perfecto desconocido en los círculos literarios. Hoy, es un referente por más que su timidez manifiesta le impida reconocer que al igual que hubo un antes y después del boom, la historia sabrá recompensarle de igual forma. Ahora publica nueva novela, No será la Tierra, con la que cierra la tetralogía iniciada con la obra antes mencionada y continuada posteriormente con El fin de la locura.
Luis García.- Jorge Volpi, ahora que puede observar su carrera literaria con cierta perspectiva. ¿cómo ve sus primeros años de escritor, su pertenencia a La Generación del crack, por ejemplo?
Jorge Volpi.- Para nosotros el Crack fue siempre una broma en serio que por un lado nos hacia reconocernos públicamente y por otro nos permitía encontrar un modo de resolver nuestra competencia de forma amistosa, todo ello sumado a nuestras coincidencias sobre la literatura y la vida literaria. A diez años de distancia, seguimos siendo amigos y haciendo proyectos juntos, por mas que nuestras escrituras se hagan más personales y distintas cada vez.
Luis García.- Porque La Generación del crack fue una realidad, existió como colectivo organizado ¿Fue una alternativa al boom?
Jorge Volpi.- Fue y es una realidad en la medida en que seguimos siendo amigos y teniendo proyectos literarios juntos. Pero jamás se planteó como una reacción al Boom sino, por el contrario, como una vuelta a sus orígenes.
Luis García.- No podrá negar que están de moda, los autores latinoamericanos... Acaparan Premios, (Alfaguara, Seix Barral, Herralde...). ¿Estamos ante un nuevo siglo de oro de las letras hispanas?
Jorge Volpi.- Es pronto para decirlo. También hay más premios literarios y editoriales en España. Creo que la literatura latinoamericana posee una tradición muy poderosa que hoy en día se manifiesta a través de una infinidad de voces distintas, sin demasiados puntos en común fuera de la lengua.
Luis García.- Y ya tenemos nueva novela, “novelón”, diría, a tenor de la extensión... (500 paginas). Con El busca de Klingsor irrumpió en el panorama literario como "un elefante en una cacharrería". ¿Qué pueden encontrar sus lectores en No será la Tierra?
Jorge Volpi.- Algunos elementos presentes en Klingsor, como la ciencia y la critica del poder, además de una estructura y unos personajes más complejos. Es una apuesta que corre todos los riesgos al mezclar con mayor intensidad que nunca ensayo y ficción.
Luis García.- Padece cierta debilidad por contar, narrar e interpretar el siglo XX... ¿Teme no ser comprendido por ello, por como lo hace?
Jorge Volpi.- Más bien pienso que muchos críticos y lectores están demasiado acostumbrados a las novelas tradicionales. Para mí, lo he dicho mil veces, la novela puede ser a la vez un ensayo histórico, un ensayo político y un ensayo científico, sin por eso perder su carácter de novela, pues es a través de la mirada de personajes ficticios que tenemos acceso a todos estos textos distintos.
Luis García.- No sólo narra los acontecimientos más delicados delirantes y notables del siglo ―Chernobil, la caída del comunismo...―, sino también el cómo dichas transformaciones afectan a nuestra propia vida... ¿Cree Volpi que aún hay sitio para la esperanza entre tanto caos?
Jorge Volpi.- Un pequeño lugar, tal vez, al final de todo.
Luis García.- Porque a veces uno, que se deja imbuir por la lectura, siente cierta desazón.
Jorge Volpi.- La misma desazón que me invadía a mí al escribir esta novela, de seguro la más pesimista de entre las mías, y eso es mucho decir.
Luis García.- La narración del accidente de Chernobil resulta espeluznante... ¿Así se lo imaginó cuando los hechos mostraron la cara más amarga del progreso?
Jorge Volpi.- Sí, Chernobil era la metáfora perfecta de todo lo malo que ocurrió con la Unión Soviética: el descuido, el engaño, la mentira, el autoritarismo, el desprecio de la gente común, la soberbia de los políticos y los científicos.
Luis García.- ¿Cómo afronta el fututo Jorge Volpi tras el éxito de sus anteriores obras, y sabedor de ser un referente literario para Hispanoamérica?
Jorge Volpi.- Sólo sé que he concluido un proyecto apasionante y largo, pero desgastante, y ahora siento que debo aprender a escribir de nuevo antes de intentar cualquier otra cosa.
Luis García.- ¿Sabrá No será la Tierra sobreponerse a sus hermanas mayores?
Jorge Volpi.- Para mí es, sin duda, la mejor de las tres.
Luis García.- ¿Por qué ha escogido personajes preferentemente femeninos? Irina, Jennifer, Allison..incluso Oksana, “su favorita”...
Jorge Volpi.- Quería una novela de mujeres en un mundo caótico dominado por los hombres.
Luis García.- ¿Sigue haciendo como Cabrera Infante dijo Ciencia fusión?
Jorge Volpi.- Ahora más que nunca. Aunque, como he dicho, esta novela clausura un largo proyecto y no sé qué haré en el futuro.
Luis García.- ¿Qué está preparando en estos momentos Jorge Volpi?
Jorge Volpi.- Me dedico a leer.
Luis García.- ¿Y a que se ha debido ese cambio de editorial?
Jorge Volpi.- Basilio Baltasar, mi editor de Klingsor en Seix Barral, ahora trabaja en el grupo Prisa, y me pidió que me fuera con él. Lo seguí por lealtad a mi primer editor español, aunque conservo una espléndida relación con Adolfo García Ortega y Elena Ramírez, de Seix.
http://www.literaturas.com/
Jorge Volpi.- Para nosotros el Crack fue siempre una broma en serio que por un lado nos hacia reconocernos públicamente y por otro nos permitía encontrar un modo de resolver nuestra competencia de forma amistosa, todo ello sumado a nuestras coincidencias sobre la literatura y la vida literaria. A diez años de distancia, seguimos siendo amigos y haciendo proyectos juntos, por mas que nuestras escrituras se hagan más personales y distintas cada vez.
Luis García.- Porque La Generación del crack fue una realidad, existió como colectivo organizado ¿Fue una alternativa al boom?
Jorge Volpi.- Fue y es una realidad en la medida en que seguimos siendo amigos y teniendo proyectos literarios juntos. Pero jamás se planteó como una reacción al Boom sino, por el contrario, como una vuelta a sus orígenes.
Luis García.- No podrá negar que están de moda, los autores latinoamericanos... Acaparan Premios, (Alfaguara, Seix Barral, Herralde...). ¿Estamos ante un nuevo siglo de oro de las letras hispanas?
Jorge Volpi.- Es pronto para decirlo. También hay más premios literarios y editoriales en España. Creo que la literatura latinoamericana posee una tradición muy poderosa que hoy en día se manifiesta a través de una infinidad de voces distintas, sin demasiados puntos en común fuera de la lengua.
Luis García.- Y ya tenemos nueva novela, “novelón”, diría, a tenor de la extensión... (500 paginas). Con El busca de Klingsor irrumpió en el panorama literario como "un elefante en una cacharrería". ¿Qué pueden encontrar sus lectores en No será la Tierra?
Jorge Volpi.- Algunos elementos presentes en Klingsor, como la ciencia y la critica del poder, además de una estructura y unos personajes más complejos. Es una apuesta que corre todos los riesgos al mezclar con mayor intensidad que nunca ensayo y ficción.
Luis García.- Padece cierta debilidad por contar, narrar e interpretar el siglo XX... ¿Teme no ser comprendido por ello, por como lo hace?
Jorge Volpi.- Más bien pienso que muchos críticos y lectores están demasiado acostumbrados a las novelas tradicionales. Para mí, lo he dicho mil veces, la novela puede ser a la vez un ensayo histórico, un ensayo político y un ensayo científico, sin por eso perder su carácter de novela, pues es a través de la mirada de personajes ficticios que tenemos acceso a todos estos textos distintos.
Luis García.- No sólo narra los acontecimientos más delicados delirantes y notables del siglo ―Chernobil, la caída del comunismo...―, sino también el cómo dichas transformaciones afectan a nuestra propia vida... ¿Cree Volpi que aún hay sitio para la esperanza entre tanto caos?
Jorge Volpi.- Un pequeño lugar, tal vez, al final de todo.
Luis García.- Porque a veces uno, que se deja imbuir por la lectura, siente cierta desazón.
Jorge Volpi.- La misma desazón que me invadía a mí al escribir esta novela, de seguro la más pesimista de entre las mías, y eso es mucho decir.
Luis García.- La narración del accidente de Chernobil resulta espeluznante... ¿Así se lo imaginó cuando los hechos mostraron la cara más amarga del progreso?
Jorge Volpi.- Sí, Chernobil era la metáfora perfecta de todo lo malo que ocurrió con la Unión Soviética: el descuido, el engaño, la mentira, el autoritarismo, el desprecio de la gente común, la soberbia de los políticos y los científicos.
Luis García.- ¿Cómo afronta el fututo Jorge Volpi tras el éxito de sus anteriores obras, y sabedor de ser un referente literario para Hispanoamérica?
Jorge Volpi.- Sólo sé que he concluido un proyecto apasionante y largo, pero desgastante, y ahora siento que debo aprender a escribir de nuevo antes de intentar cualquier otra cosa.
Luis García.- ¿Sabrá No será la Tierra sobreponerse a sus hermanas mayores?
Jorge Volpi.- Para mí es, sin duda, la mejor de las tres.
Luis García.- ¿Por qué ha escogido personajes preferentemente femeninos? Irina, Jennifer, Allison..incluso Oksana, “su favorita”...
Jorge Volpi.- Quería una novela de mujeres en un mundo caótico dominado por los hombres.
Luis García.- ¿Sigue haciendo como Cabrera Infante dijo Ciencia fusión?
Jorge Volpi.- Ahora más que nunca. Aunque, como he dicho, esta novela clausura un largo proyecto y no sé qué haré en el futuro.
Luis García.- ¿Qué está preparando en estos momentos Jorge Volpi?
Jorge Volpi.- Me dedico a leer.
Luis García.- ¿Y a que se ha debido ese cambio de editorial?
Jorge Volpi.- Basilio Baltasar, mi editor de Klingsor en Seix Barral, ahora trabaja en el grupo Prisa, y me pidió que me fuera con él. Lo seguí por lealtad a mi primer editor español, aunque conservo una espléndida relación con Adolfo García Ortega y Elena Ramírez, de Seix.
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Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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