lunes, 15 de marzo de 2010

mi primera exposición

Quise ser un tanto intelectual aquella noche.
Hablé de la dosificación en la pedagogía
del ir enseñando poco a poco o por partes
hasta que el alumno vaya entendiendo.

Hablé de la sistematización
de la unificación de los conocimientos
de acuerdo a las especialidades.

Hablé un poco del llamado pragmatismo.
y de su incursión relativamente nueva
en el campo de la pedagogía.

Mencioné brevemente algunas teorías políticas
y su implicancia en mayor o menor grado
en el desarrollo de la educación integral.

Expuse en pocas líneas
la importancia del estilo en la docencia
para intentar llevar a cabo una mejor exposición
y para intentar también si es posible
un aplauso sonoro por parte de los oyentes
ante una brillante o magistral exposición.

Hablé de la poesía y en un sentido de su belleza intensa
de los prados, de los lirios. de los campos y de las rosas
de todo lo que ella encierra, de pináculos que no acaban
de pináculos que no terminan
y que nos dejamos llevar como cual lirios que envuelve el alma
en un mundo de ensueños y atardeceres
de pensamientos que van, de pensamientos que vienen
y nos imaginamos en una mirada que nos atrae
en una sonrisa que nos cautiva.
Decía tantas cosas y tuve la fuerte impresión
de que había un interés y un aceptar por lo que estaba diciendo
y si bien no logré ser excelente
ni un tanto intelectual de lo que quise ser
pero al menos logré crear un poco de expectativa.

Quizá dejé cierta enseñanza.
No lo sé.
Pero quedé contento con lo que dije y con lo que hice.
y el fuerte aplauso que recibí
llenó mi alma de gozo, de regocijo.
Para mí, fue más que suficiente.
Total, era, mi primera exposición.

Manuel Núñez del Prado Dávila

Escritor peruano



y nos imaginamos en una mirada que nos atrae
en una sonrisa que nos cautiva...


Te amo mi cielo lindo, te amo...

Eres realmente maravillosa...

Te admiro; claro que te admiro...

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