martes, 9 de marzo de 2010

me contaban diferentes historias...

... Una noche conversando con su papá me decía nunca estuve muy de acuerdo con algunas expresiones que decían mis abuelos por parte de mi madre, a veces mi abuelo decía mi carácter es así y nadie me puede cambiar, en ese sentido soy genio y figura hasta la sepultura.

Sí, es lo que también me ha comentado Claudia.

- Por esta y otras expresiones un poco que discrepábamos en una que otra conversación.

A veces porque no queremos darnos cuenta de que las cosas pueden ser diferentes.

- Correcto, -me respondió- pero quién le hacía entender a mi abuelo que por más que le decían no abuelito, así no usted tiene que entender que el carácter sí se puede cambiar, no puede ser posible que siga creyendo a lo que otros puedan haberle dicho, pero ahí mi abuelo dale que dale, yo soy así, a la antigua como quieran, pero ese es mi carácter, así tienen que entenderme.

Cómo él mismo dice genio y figura hasta la sepultura.

- Sobre esto del carácter y sus implicancias -me decía- un amigo mío escribió un pequeño trabajo y decía entre otras cosas que si se quiere es bueno o relativamente bueno el mantener una manera de ser pero siempre y cuando nuestro carácter sea lo más positivo y eso se lo dije a mi abuelo en varias oportunidades, por momentos como que me escuchaba con cierta atención pero luego volvía a su temperamento de siempre ¿a mí me vas hacer cambiar? me respondía pero el tiempo fue pasando y mi abuelo comenzó a sorprender a toda la familia, mi abuela también comenzó a cambiar y como que se dio inicio a una nueva etapa, yo por aquel entonces aún era muy joven y mis abuelos y mis tíos me contaban diferentes historias, mi tío Pedro hermano de mi madre a quien tú lo conoces y has hecho con él una cierta amistad quizá un poco más que con mis otros tíos él me contaba por aquellos años de las expectativas o ilusiones de los pueblos andinos, me decía al menos me he enterado en parte por los libros que he venido leyendo, pero no sé si es cierto todo lo que ahí se expresa, me da la impresión por momentos como que se exagera pero no niego que nos hace despertar a situaciones que no conocíamos.

Y un poco que nos va cautivando de acuerdo al tema que se va desarrollando
-le dije.

- Un científico social decía en muchos casos hay que hacer un gran esfuerzo para ir orientando adecuadamente determinados aspectos porque de otra manera se puede tergiversar los sentidos específicos de una historia.

Leí en un libro que las historias contadas no siempre son un fiel reflejo de lo que realmente ha acontecido.

- Cuando era niño -volvió a decirme- mi abuelo por parte de mi padre me decía esta historia que te voy a contar es más cierta de lo que por ahí en algún libro lo puedas leer, y me contaba la historia con una serie de detalles que yo me quedaba sorprendido, me decía esto es sólo una parte y si yo fuera escritor muchas cosas podría decir, pero sí te digo algo y ahí lo escuché por primera vez no siempre es cierto todo lo que se pueda expresar en aquello que nos van diciendo.

Como que existe una duda razonable.

- Dependiendo de una serie de aspectos claro está.

Lo cual es entendible.

- Cuando tenía catorce años escribí mi primer cuento de pocas páginas y trataba de una historia que me habían contado, de una historia muy triste de alguien que ya no reconoce ni a su familia, problemas muy profundos lo apartaron de aquel hogar, sus padres prácticamente no lo apoyaban, él lloraba en las noches, una tía un poco que lo ayudaba y se fue desencadenando una serie de hechos pero yo hice varios cambios para adaptarlo literariamente en uno y otro sentido a lo que yo quería expresar en aquellos momentos, no me fue fácil pero ahí estaba adaptando una historia en mis primeros comienzos de aquella tentativa de querer ser escritor...



Manuel Núñez del Prado Dávila

Escritor peruano

"Fragmento de una de mis novelas"...

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