viernes, 6 de mayo de 2011

De triunfo en triunfo

Creo firmemente que cada uno de nosotros tenemos una misión, un propósito en la tierra. No es justo que muramos sin que se cumpla esa misión. Muchos no lo logran porque viven aferrados a un pasado que los marcó por diversas experiencias.

Lo peor es, pertenecer a la altura y vivir en las profundidades del fracaso. Este libro es para personas que quieren ir de triunfo en triunfo. Gente que no se mide por sus logros alcanzados, sino que se miden por el depósito que tienen adentro. Que han puesto su confianza en Dios, y están listos para ser promovidos al próximo nivel.

Junto a corrientes de aguas

“Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto a su tiempo y su hoja no cae; y todo lo que hace prosperará.” Salmo 1:3

Para ser promovido a otro nivel tenemos que conocer el nivel donde estamos y por qué estamos en este nivel.

A medida que fluyen ideas y se desarrolla este libro en mi mente, han seguido fluyendo pensamientos e ideas en mi corazón, y el Espíritu de Dios me ha inquietado a observar algunos detalles del Salmo 1 especialmente el versículo 3.

Hay dos preguntas que son necesarias que nos hagamos:

1.- ¿Qué está sucediendo en mi vida?
2.- ¿Quién me plantó en este lugar?

Si en el lugar donde estás en este momento sientes que las aguas están estancadas, no sientes el refrigerio del Espíritu de Dios, sientes que no estás creciendo espiritualmente, que tus raíces mueren, que no estás dando frutos.

Que te sientes estéril e incapaz de dar a luz ideas, sueños, propósitos; tus hojas se caen y no estás prosperando, pueden existir varias razones que debes analizar:

Qué tipo de gente está a tu lado.
Qué tipo de información es la que estás recibiendo.
Qué deseos nacen en tu corazón cada vez que ves tu condición.

Quizás Dios te secó el arroyo para que te muevas a otro nivel.

En situaciones como éstas, donde nos sentimos secos e ignorados, donde los grandes nos pasan por alto y parece que nunca llegaremos a nuestro destino, es cuando este salmo cobra vital importancia, porque es ahí donde el consejo del malo hace eco en nuestro corazón.

Es cuando las voces extrañas emiten su opinión seduciendo nuestras ansias de superación y debilitando nuestro carácter.

El rey David antes de ser coronado rey y mientras huía de Saúl fue tentado por uno de los fieles. David no se dejó vencer por el consejo del malo. (1 Samuel 26:89)

Dios hará lo que tenga que hacer para cumplir su propósito en ti.

Te abrirá los ojos para que veas este tipo de gente y afinará tus oídos para que distingas sus voces. Él te sacará de donde tenga que sacarte. Abraham salió de la tierra de su comodidad a una tierra que no conocía.

Él no tenía idea de lo que le esperaba. Había tenido éxito en su tierra de origen, pero Dios siempre nos quiere dar más. Él había alcanzado éxito, pero el éxito tiene muchos niveles.

Como tú eres árbol del plantío de Jehová, él tiene todo el derecho de desterrarte y plantarte en el lugar donde solo él sabe que darás fruto. No hay nada más frustrante para un soñador que no poder dar a luz sus sueños. Es esa frustración la que te lleva a cometer graves errores y a tomar decisiones a la ligera.

La bendición que tenemos los árboles de Dios es que no importa el lugar donde él nos plantó, estamos destinados a crecer y a llevar frutos. Estoy seguro que siempre habrá corrientes de agua.

“En las alturas abriré ríos y fuentes en medio de los valles, abriré en el desierto estanques de agua, y manantiales de aguas en la tierra seca”. (Isaías 41:18)

Esta es la herencia de los árboles de Jehová que aun en el desierto estamos destinados a crecer. ¿Dónde nos llevará?, no sabemos. ¿Cómo lo hará? Tampoco lo sabemos. El Dios nuestro tiene un plan bueno y perfecto.

A Dios no hay que entenderlo, hay que obedecerlo.

Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal. (Génesis 19:26)

Dios le dijo a Lot que saliera de Sodoma, pero su mujer se aferró a la vida que disfrutó en aquella ciudad.

Es peligroso aferrarnos a cosas tales como, lugar, ministerio, amistades, etc. Porque los planes de Dios para con nosotros son progresivos, hoy estás aquí y mañana estarás en otro lugar. Es que la nube de Dios se sigue moviendo.

Él es el mismo en carácter, pero su misericordia es nueva cada día. Aun hay cosas que Dios quiere mostrarte y en el lugar en que estás, no te las mostrará. Te invita a salir al monte y allí hablará contigo.

Lo peor que te puede suceder es aferrarte a tu condición y cuando debas emprender tu camino hacia tu destino, mirar atrás. Hay una tierra que espera por /ti. Dios cuenta contigo para este suceso, no temas, solo confía. Tu hora ha llegado, serás plantado en el huerto de los sueños de Dios.


Este artículo ha sido tomado del libro:

No desmayes
por René González
Editorial Vida

Sobre el autor:

René González es intérprete y compositor. Tiene varias produciones musicales entre ellas: Reconoced, Nada es imposible, Paz en la tierra y otras. Nominado al "Mejor álbum del año" en los "Dove Awards" 1998. Participó en el Festival OTI en Puerto Rico en 1991 y obtuvo el galardón como mejor producción en música religiosa durante los premios "Tu música". Pastorea junto con su esposa Dámaris, la iglesia Casa de Júbilo Maranatha, en Puerto Rico, donde viven con sus tres lindos retoños.


De triunfo en triunfo


Sermones - Sermones Cristianos - Sermones en audio - Videos de ...

Manuel Núñez del Prado Dávila - Wikio Sources


Manuel Núñez del Prado Dávila

Escritor peruano

No hay comentarios:

Publicar un comentario