jueves, 23 de febrero de 2017

No hay esfuerzo donde no hay pasión...




















Escribir una novela no es fácil, se requiere de mucho esfuerzo para continuar escribiendo una novela, y no siempre es que las ideas caen y caen, hay que ir buscando muchas ideas, y de acuerdo a lo que pretendas contar irás ordenando pensamientos, frases; un mundo de detalles.

- ¿Y qué debe intervenir más la realidad o la ficción?

Si quieres dejar mensajes la ficción, si no te interesan los mensajes escribirás más sobre la realidad, y no está mal hablar sobre la realidad, estoy de acuerdo con que se hable de la realidad, pero de acuerdo al peso de tu identidad vas entendiendo que muchas veces tienes que recurrir a la ficción para dejar mensajes, porque si te limitas solo a la realidad estarás como muchos escritores donde solo predomina lo terrenal, lo político, lo social, lo educativo, las espadas que vuelan, los viajes a otros planetas, o hablando solo de la corrupción y ahí se les va la vida en todos esos temas, pero cuando tú eres creyente entiendes que no te puedes pasar la vida escribiendo esas cosas, que si bien tienen un cierto valor en esta vida pero en nada ayuda a un cambio de vida de las personas; porque esos escritores no están para nada en hablar algo de la palabra de Dios, ellos están en otro mundo y eso lo puedes ver entre otros espacios en las redes sociales, y el que no se da cuenta es porque no es creyente.

- ¿Es decir, se nota de acuerdo a lo que va escribiendo?

Correcto, y no quiero mencionar nombres porque si no voy a mencionar a casi todos los escritores que conozco, solamente dos son creyentes pero casi no se identifican como tales, más pesa en ellos en agradar al mundo, y también hacen algo que no deben hacer.

- ¿Qué?

En sus escritos hay malas palabras, la técnica es muy baja y la melodía casi no existe; entre otros aspectos.

- ¿Y tú te das cuenta de todo ello?

Desde luego, y a veces es tan visible.

- ¿Y cuando no se nota?

Se ve en el lenguaje por más que aparente ser un lenguaje tranquilo.

- ¿Y eso de tranquilo?

Me refiero en parte a un lenguaje de no conflicto, pero se va notando el peso de una intencionalidad; están más para otra cosa que para agradar a Dios.

- ¿No hay un esfuerzo?

No hay esfuerzo donde no hay pasión...


Manuel Núñez del Prado Dávila

Escritor peruano

"Fragmento de una de mis novelas"...


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