La pasión es vital

Y ese día ella entró muy decidida a publicar una prédica, aun intuyendo que tal vez nadie escucharía esa prédica ni siquiera por diez segundos.

- ¿Y todavía así se animó a publicar?

Sí.

- Yo no me animaría a publicar una prédica, nunca lo hice y creo que nunca lo haré, a no ser que alguien de manera seguida me esté hablando de que me anime, de que me anime a publicar una prédica, que es necesario, que esto, que aquello, que muchos deben escuchar mensajes.

¿Y te animarías?

- No creo, a veces pienso que no nací para eso pero una vez escuché la diferencia entre un religioso y un espiritual y por lo visto estoy en el primero.

¿Y te gustaría estar en el segundo?

- ¿Para publicar prédicas?

En parte sí pero no creas que todos los creyentes tienen el deseo de publicar prédicas, no, no es así hay creyentes que nunca van a publicar una prédica, no lo sienten, no lo desean, no les interesa, por más que alguien les diga que si están en las redes sociales es por algo y que deben en alguna medida publicar prédicas, y que no se vayan a dedicar a publicar cosas que realmente no son prioritarias de acuerdo a la voluntad de Dios, por más que se les diga cosas y por más que se cuente historias en la ficción literaria de que hay creyentes que sí publican prédicas y que lo hacen con amor y alegría, por más que se diga cosas de una u otra manera, tratando de alentarlos para que publiquen lo cierto es que nunca publicarán y es más ni les agrada que se les esté hablando de esto.

- ¿Por más que lo diga un escritor famoso?

Algunos tal vez se animen porque lo dijo un famoso pero de acuerdo a cómo se ven las cosas lo más seguro es que la mayoría de los que leen esos escritos o escuchan esos mensajes nunca van a publicar prédicas.

- ¿La realidad es dura?

Sí en la ficción puedes inventar que alguien te escucha, que pone atención, que le gusta lo que le dices, que se admira de tu fe, que te aprecia, que te valora y que se está animando a publicar prédicas pero eso es en la ficción, porque en la vida real es difícil que alguien se admire de que estás publicando prédicas, y si lo dice lo más probable de la boca para afuera porque en el fondo tal vez ni le interesa un poquito de lo que le están hablando, claro está que no en todos los casos porque siempre hay excepciones en uno y otro grupo de personas, pero a veces en ciertos grupos nadie se admira de que alguien esté publicando prédicas y por ahí piensan como dan a entender que si estás publicando prédicas es porque tienes tiempo y nadie habla de la pasión que puedas sentir para publicar prédicas, y peor aún que te alienten, no lo hacen, suena duro pero es la verdad, y es muy difícil encontrar un solo amigo que realmente te aliente de todo corazón a que tú sigas publicando prédicas, y en vista de eso de lo que se da en muchos casos en tantos grupos de amigos de un determinado lugar y de otros determinados lugares por eso en parte si eres escritor es necesario escribir alentando a que publiquen prédicas y contar historias de que escuchan, que valoran, que aprecian, que se admiran y que tienen ganas de publicar prédicas, que han entendido que el amor a Dios debe expresarse de alguna forma en estos tiempos publicando prédicas, desde luego a los que están haciendo uso del internet, a los que están en las redes sociales y en otros espacios.

- ¿Y un escritor cristiano tiene que inventar todo eso?

Depende de cada escritor creyente, de cómo esté su corazón y si es que hay pasión por las cosas de Dios.

- ¿Y si no hay pasión?

Es difícil que se estén dedicando a escribir historias continuas con mensajes cristianos, y puede ser también que no escriban ni una sola novela con mensaje de la palabra de Dios.

- Por lo visto la pasión es vital.

Sí porque si no hay eso hay personajes en la ficción literaria que nunca existirían y hay frases, pensamientos que nunca se escribirían y que solo se puede llevar a cabo en una historia si hay pasión, de otra manera no se dará, no en los términos donde se aprecie una historia con precisiones de mensajes entre otros aspectos...

Manuel Núñez del Prado Dávila

Escritor peruano

Fragmento de una de mis novelas