miércoles, 19 de septiembre de 2018

Venga ese fuerte abrazo amigo

















Se veía un horizonte muy hermoso y me acerqué.

- Con mucho cuidado.

Sí y me animé también porque en ese lugar había una chica que contemplaba el horizonte.

- Querías enamorarla.

Creo que sí, se veía muy linda y daba la impresión que tenía un carácter suave, delicado.

- Como a ti te gusta.

Jajaja bueno sí porque cuando tienen carácter bravo me asustan y mi sensibilidad en uno y otro sentido iría disminuyendo.

- Ya no podrías expresarte como quisieras.

En parte no.

- Porque con ese carácter bravo ya no podrías decir ciertas cosas o hablarle de una manera que vaya tocando su corazón porque ese carácter como que no permitiría que llegues con una sensibilidad determinada.

Es cierto aunque hay más cosas desde luego pero es parte de una verdad y esta chica me parecía de carácter suave, dulce, angelical y mientras me iba acercando a ella en mi mente estaba pensando en ciertos versos.

- Siempre con la sensibilidad poética.

A veces y me acerqué a la chica y al ver de cerca su belleza me impactó grandemente, sus ojos, sus ojos son maravillosos.

- ¡Guau!.

Me enamoré de ella.

- ¿Y cómo quedó la historia?

En nada.

- Por...

Recién lo acabo de inventar.

- Tú siempre inventando, como dijo alguien eres un novelista nato pero lo malo.

¿Qué?

- Que muchas veces no te dedicas a seguir escribiendo novelas, decaes y te dedicas a escribir poemas y otras cosas y tienes que entender que tienes un talento muy grande para escribir novelas, para ampliar, para desarrollar frases, pensamientos, para irte por un lado de manera amplia y luego te vas por otros lados también de manera amplia cuando te lo propones, y cuando no te lo propones disminuyes todo eso y comienzas a escribir cosas más pequeñas, de menos análisis, de menos belleza literaria, de menos contenido sin dejar de ser desde luego muy bueno los contenidos que estás escribiendo, pero vas bajando esa cantidad, esa belleza literaria, esas ampliaciones en uno y otro sentido y como que vamos perdiendo a un escritor que quizá está destinado a novelas muy amplias, de contenidos profundos, de belleza literaria sin igual.

¡Guau!.

- Sí amigo hay momentos en que escribes de una manera que causa admiración, y no sé cómo lo haces o qué recursos utilizas, no lo sé pero lo que leo es maravilloso, y no quiero que te pierdas amigo en escritos de menos cantidad de líneas que no están mal pero tú estás para novelas de más amplitud en uno y otro sentido.

Gracias, gracias.

- Si fuera escritor te estaría haciendo hermosos comentarios en revistas literarias.

Gracias amigo, y con lo que acabas de expresar ahorita has hecho ya sin duda un precioso, un precioso comentario, gracias, gracias amigo y créeme esto que has mencionado no quedará aquí y en una de mis nuevas novelas que publique hablaré de ti, de tantas cosas y expresaré tus preciosos comentarios que has venido haciendo durante varios meses desde el momento en que nos conocimos.

- ¿En verdad amigo?

Sí te lo prometo.

- Venga ese fuerte abrazo amigo, gracias, gracias...


Manuel Núñez del Prado Dávila

Escritor peruano

Fragmento de una de mis novelas


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