Hay mujeres
que tocan más allá del alma
te quiebran
te llevan a lugares infinitos
te llevan a momentos gloriosos
tu cuerpo "grita"
te desvaneces en las ondas en los vientos
ella te mira y tu cuerpo se desnuda
tu cuerpo tiembla y se alborotan todos tus sentidos
pierdes el control
la magia
la belleza
la poesía se fue por ahí a perderse en el tiempo
todo es hermoso
su cuerpo te aloca
tu mente se pierde y ya no razona
qué bello es el amor
y hoy grito al mundo
por piedad quiero quiero una mujer
que me saque del letargo
de la monotonía
de los momentos sin esperanza
de las noches sin gloria
quiero quiero una mujer
y si la encuentran díganle
díganle que la estoy esperando
la espero en la ribera del río
debajo de ciertos árboles y ahí hay un pedestal hermoso
díganle que la espero
díganle que la espero
y en aquel momento
una mano tocó mi cuerpo
y era una amiga que me decía hey te toca hablar de tu poesía
y mis ojos
mis ojos se llenaron de lágrimas
pasé al frente y una multitud me aplaudía
esperaban
esperaban al escritor romántico
qué dolor
qué dolor ser romántico y no tener a quién amar
qué dolor
qué dolor no lloren
no lloren
basta que mis lágrimas rieguen al mundo.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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