En mi cierta experiencia
escribiendo
he notado
que por más que hay escritos
demasiado bellos
en uno y otro aspecto
y en uno y otro sentido
hay gente
que aun leyendo esos escritos
y valorándolos en silencio en alguna medida
nunca dirán nada
pero lo que sí llama poderosamente la atención
es cuando ese silencio viene
de tu propia familia nuclear
también de la familia ampliada
y de gente que parecía que iban a decir algo
y una de las cosas buenas de esos bellos escritos
es que quedarán para el recuerdo
y el desprecio intencional de todos ellos
no llegará ni a la esquina
y mientras esos escritos vuelan por su belleza
ellos con su desprecio solo es una sombra que se disipa en el camino
no afecta
no baja la moral
nada
al contrario
hay escritos que seguirán apareciendo
porque el talento crece cuando hay líneas opacas
sobre las cuales hay que decir algo
y el mar
la luna
el viento
y otros
son los móviles necesarios
como parte de la estructura para seguir creciendo.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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