lunes, 24 de agosto de 2015

Carlos Villacrés - Al ser amigables, atraemos bendición




Hay cosas que Dios está demandando de nosotros como el ser compasivos, ser misericordiosos, de un mismo sentir. 

1 Pedro 3:8 Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables. 

Yo me quedé con esta palabra “amigables” y me quedé pensando en la iglesia. Qué tan amigable es la iglesia con los de afuera, qué tanto nos quieren afuera a nosotros como cristianos. ¿Somos amigos de la gente? ¿Qué piensa la gente de nosotros, qué evangelio les estamos presentando?

Hay muchos cristianos que ven a las personas con desprecio porque se equivocan en la vida. Jesús no fue así. Muchas veces nos creemos nosotros tan espirituales que ya no vamos a la casa de nuestros familiares que no conocen de Cristo, porque tienen imágenes que nos incomodan. ¿Quiere que su familia conozca de Cristo? Medite cómo se porta usted con ellos. Tenemos que ser gente amigable.

Filipenses 4:5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
Si el Señor está pensando en venir, lo que Él va a querer ver en nosotros, es que seamos gentiles para los demás. Una de las señales que Dios está esperando para volver por nosotros es que usted y yo seamos gente amable para con los demás, gente amigable.

Dios está buscando en nosotros que seamos gente amable, gente amigable para con los demás, pero ¿cómo la vamos hacer?, ¿por qué hacerlo?. Dejemos que la Escritura nos lo enseñe.

1 Pedro 3:9 no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.

Entonces, la forma en que usted y yo vamos a ser amigables para con el resto, no es conforme como nosotros queramos, es como la Palabra nos enseña.

Por qué la palabra de heredar la bendición de Dios hablando de no devolver mal por mal, no devolver maldición por maldición, es decir ser amigables.


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