miércoles, 10 de octubre de 2018

A veces aparezco pero nadie se da cuenta de mi presencia













Un día caminando por Miraflores y sería cerca de las seis de la tarde una chica muy linda me dijo ya mucha teoría y es hora de ir a la práctica le quedé mirando profundamente y le dije ¿ir a la práctica? Sí me respondió y agregó la teoría es buena pero hasta cierto punto y hoy no quiero nada de teoría ¿me entiendes? Me quedé sin palabras.

- Yo que tú le hubiera dicho eres la mujer más bella y tus ojos los más hermosos del mundo y cuando te abrazo me pierdo en tu piel suave y me gustaría dedicarte muchos poemas.

No amigo así no.

- ¿Cómo que no?

Eso es teoría, y ella no quería teoría.

- ¿Teoría? Decirle que es la más bella ¿eso es teoría?

Qué hago amigo me lo pusieron así.

- O sea, que ella buscaba solo la práctica.

La práctica, práctica no.

- Ahora la defiendes.

No es que la defienda pero la práctica, práctica en el sentido de volumen de la palabra.

- Y ahora me vienes con volumen.

Lo que quiero decir.

- No digas nada amigo y dime adónde la llevaste.

¿Adónde crees que la llevé?

- No digo la palabra sino que dirán tus lectores.

Qué lectores amigo, olvídate de que estoy escribiendo una novela, hace tiempo que no escribo novelas desde que tuve esa pérdida de un amor que parecía, parecía que me amaba, parecía que ella iba a ser mi esposa y resulta que no me quiso, me equivoqué creyendo que me amaba y me equivoqué en escribirle tanto y nada logré.

- ¿Te equivocaste al escribirle tanto?

Como me dijo un crítico literario por lo visto te equivocaste pero otro me dijo no, no te equivocaste porque de ti salió lindas, hermosas inspiraciones.

- Y me quedo con lo último.

Yo también, ¿pero sabes?

- ¿Qué?

Mis ojos han llorado mucho y yo no quería escribir con lágrimas sino con el gozo de que alguien te ama profundamente, que su mirada te envuelve, que sus labios te enamoran más.

- No vayas a llorar amigo, acepta que no fue para ti.

Duele, duele.

- Soporta el dolor y acuérdate que tus padres te aman y recuerda que se te ha dado un talento, no lo pierdas, no porque por más que la estés amando con toda tu alma, no, no pierdas tu talento y el mundo espera de ti, nuevas, nuevas novelas y no me vengas que por eso dejaste de escribir, no, no hagas eso y hay lectores que aparecerán y leerán tus futuros escritos, no te pierdas amigo, sé que el amor es hermoso, que una mirada ayuda mucho, que una tarde bajo su abrazo es intenso pero así es la vida, sigue adelante y dime la llevaste o no la llevaste al hotel.

¡Oye!.

- ¿Qué?

Lo que dije no es verdad.

- ¿Cómo que no es verdad?

Conocí a esa chica sí, hablé con ella sí pero nunca me dijo eso es algo que estoy inventando.

- Tú inventando y yo un poco más y consejero matrimonial, imagínate si el mundo se entera de esto, me harías quedar mal.

No te preocupes sabré subsanar eso en una novela.

- ¿Con las frases, con los cambios de direccionalidad?

Sí recuerda existen los recursos literarios, una palabra, una frase y se cambia de dirección y luego aparecerías contando historias y yo no estaría en la novela, y ese yo que aparece es solo una estrategia para capturar lectores y a veces aparezco pero nadie se da cuenta de mi presencia...


Manuel Núñez del Prado Dávila

Escritor peruano

Fragmento de una de mis novelas



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