viernes, 5 de octubre de 2018

Sembrar todo lo que se pueda

























Una de las preguntas
qué tan práctico somos
en las cosas de Dios
y en estos tiempos
qué tan práctico somos
en las redes sociales
qué tanto hacemos
qué tanto decimos
o siempre vamos a estar en un silencio
y que solo en la iglesia
y solo en la iglesia
somos maravillosos
saltamos
danzamos
gritamos
nos alegramos con mucha euforia
y queremos ganar el mundo para Cristo
pero saliendo de ahí
y en otros momentos
cuando ya estamos en las redes sociales
ya no somos los mismos
un silencio nos gana
y otra de las preguntas es
dónde está la pasión
se quedó en la iglesia
dónde quedó la algarabía
dónde quedó que queríamos ganar el mundo para Cristo
y que éramos audaces
intrépidos
y que nada nos podía detener
y a la hora de entrar
a las redes sociales
hubo un gran cambio
ya no somos audaces
ya no somos intrépidos
ya no queremos ganar el mundo para Cristo
ahora el silencio nos ha ganado
y ni siquiera apoyamos
a hermanos en Cristo de nuestra propia iglesia
cuando publican alguna prédica
alguna canción cristiana
no
no los apoyamos
nos hacemos los desentendidos
como que no hemos visto nada
como que nunca nos enteramos de nada
y así seguimos
y solo cuando estamos en la iglesia
"somos ganadores de almas"
somos los más audaces
los más intrépidos
nada nos puede detener
el mundo no nos puede ganar
porque nosotros somos más que vencedores
y qué tan vencedores somos en las redes sociales
qué tan audaces
qué estamos haciendo
y muchos solo nos hemos vuelto
expertos en el silencio
expertos en ignorar
expertos en ningunear
expertos en ser mezquinos
expertos en no apoyar
y eso es algo que debemos evitar
por amor
por amor a nuestro Señor Jesucristo
y una forma de evidenciar ese amor
es ser prácticos
en llevar a cabo tantas enseñanzas
en lo que se refiere a evangelizar
y a edificar
porque hay muchos
creyentes y no creyentes
que necesitan palabras de aliento
de un apoyo
y no podemos seguir
amando
amando un silencio
que a todas luces
dentro de lo espiritual
de acuerdo a la voluntad de Dios
no es correcto
sino todo lo contrario
sembrar todo lo que se pueda
y no se puede sembrar apropiadamente
dentro de un silencio permanente.


Manuel Núñez del Prado Dávila

Escritor peruano


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