miércoles, 23 de febrero de 2011

necesitas un aliento...

Hace tiempo que no escribo un verso... me olvidé de los sueños hermosos y de las flores, me olvidé del abrazo que nunca tuve... y en otra parte de mi sueño yo decía: y sabes / ayer me dieron un premio / por escribir el poema más lindo / porque dicen / que nací con el talento / para los versos / y me piden / que nunca me aleje / de aquello / para lo que yo nací /... y no me estoy alejando decía en otro momento sino que en parte me duele el silencio de que no opinen sobre lo que yo escribo... y para qué seguir escribiendo si nadie me dice nada; me duele les dije, y una niña se me acercó y me dijo: precioso cuando escribes, precioso... y al mirarla vi que sus ojos estaban llorando... porqué lloras le pregunté: lloro me respondió porque si ya no escribes ya nadie me hablará al corazón como tú, como cuando hablas del padre, de la madre... te entiendo le dije... pero hay otros que seguirán escribiendo... porque bien puedo irme y no volver... pero sé que hay muchos poetas que también te hablarán al corazón...

- ¿Es un nuevo escrito?

Creo que sí... pero no sé si continuaré...

- ¿Porqué?

Te diré como dijo un tío: la novela no es lo mío...

- ¡Uy amigo!... yo no leo veo así...

Gracias... pero quizá más adelante me dé cuenta que sí nací para la escritura.

- Ojalá que sea pronto...

¡Qué te puedo decir!...

- Y a ver si te animas un poquito vamos a internet...

¡Uhm!... ahí está la magia...

- Vamos amigo... y una de las canciones que te voy hacer escuchar porque veo que estás desalentado es aquella que dice "a tus pies"...

De Marco Barrientos.

- Sí amigo... y esa es una de las canciones que tú me hiciste escuchar cuando yo andaba muy desalentado, y recuerdo que cuando la escuché algo pasó en mí aquel día, y aquella tarde busqué a mi enamorada y le dije vamos a internet porque quiero que escuches algo, ¡ah bueno! me dijo y nos fuimos a una cabina ahí cerca... vamos a ver de qué se trata me decía, ojalá te guste le dije, si a ti te gusta a mí también me respondió... y cuando en esa tarde ella escuchó aquella canción nunca olvidaré su rostro... y luego me dijo no te imaginas cuánto me ha encantado esta canción... y unos días después ella recibió a Cristo Jesús como su salvador personal... y pasaron tantas cosas... y cómo puedo olvidar todo lo que tú hiciste: hablarme, incentivarme... por eso amigo... vamos a escuchar esta canción... porque veo que hoy tú necesitas un aliento...


Manuel Núñez del Prado Dávila

Escritor peruano

Es parte de una de mis novelas que todavía no he publicado...


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