lunes, 9 de julio de 2018

Dante Gebel #564 | Entrenados para pensar



Quizás una de las experiencias más tristes que puede tener un ser humano es despertar en la vejez y descubrir que sólo usó parte de su potencial, que en algún lugar del camino dejó de ensanchar la mente y comenzó a vivir de recuerdos o, lo que es peor, sucumbió a las mentes de otros. Y es que la presión social en una mente frágil hace estragos; si no piensas, si no razonas, te vas a moldear y dejar influir por la cultura que te rodea, en vez de cambiar tú a la sociedad. Debemos tener la mente amplia de Cristo y reinventarnos continuamente para que el Señor pueda plantar nuevas ideas en nosotros. Hoy el mundo necesita que seamos agentes de cambio, que seamos menos críticos y más creadores, menos imitadores y más soñadores… que tengamos la mente abierta y seamos proactivos mensajeros de Su palabra.


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