Mi hermano el mayor se acercó para decirme que quería conmigo ajedrez, y a ver si en esta vez yo le volvía a ganar nuevamente, como ya lo había hecho en anteriores oportunidades. Me decía que en estos últimos días había venido jugando numerosas partidas, algo así como preparándose para jugar conmigo. Yo le dije que era demasiado lo que estaba haciendo, en el sentido de que yo no era ningún "experto" en la materia, y que no había razón para tanta preparación, porque quien habla en la mayoría de las veces le había ganado con las justas y en varias de esas partidas más le había ganado por equivocación de él en algunas jugadas que por mi propio juego, nada arrollador...
- Bueno, pero de todos modos me he venido preparando -me contestó él- para ver si en otras nuevas oportunidades en que juguemos yo pueda ya empezar a ganar la mayoría de las partidas...
- Bien, si ese es el objetivo -le dije- puedes continuar preparándote para que así como tú lo quieres puedas ganarme la mayoría de las partidas. Aunque yo ciertamente más lo decía en broma que en serio. Y si no me equivoco mi hermano también más lo decía en broma que en serio. Pero yo en el fondo en esos momentos no me sentía dispuesto para jugar una o varias partidas, y si bien es cierto haciendo un poco de esfuerzo podía jugar, pero yo sinceramente en esos instantes no deseaba jugar ajedrez, porque mi mente más estaba en otro lado, en otras cosas, quería centrarme más en lo que me había pasado aquella tarde, quería conversar largo y tendido sobre esa mi pena, y que me pudieran decir que no es cierto lo que me había pasado, que es un sueño; pero lamentablemente no me podían decir así, y por momentos me daba la impresión como que esto quería escucharlo... Pero de todos modos me puse a jugar. Las cuatro partidas que jugamos me ganó. Mi hermano se dio cuenta de que yo no había estado concentrado en el juego...
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
Es parte de una de mis novelas que todavía no he publicado...
Nota: En este blog, Dios mediante vamos a continuar en diferentes momentos con más y más videos de Dante Gebel, Cash Luna, Guillermo Maldonado... así también con la música de uno y otro cantante y de grupos musicales diversos; y otros aspectos más...
Y de las canciones que he puesto en este blog, por mencionar una de la que también ha gustado es aquella de Lucho Muñoz (ex - cantante de Los Galos) y que lleva por título: Nunca me cansaré de ti... Y a pesar de los casi no comentarios por uno y otro motivo, pero tengo entendido por lo expresado verbalmente que cada canción que he puesto está gustando... Como las canciones de Javier Solís, Los Pasteles Verdes, Los Galos, Guillermo Dávila, Jesús Adrián Romero y de todos los que hasta el momento he puesto... Y la última canción que puse hace pocos días de Yuri y que lleva por título: Tú y yo, también ha gustado y por lo visto muchos no sabían de este video... Y si Dios lo permite seguiré poniendo también más y más videos musicales... algo así como intercalando entre muchos otros videos sobre uno y otro sapecto... (Por decirlo de algún modo) ... Y como dije en uno de mis escritos literarios. aunque por dentro llore... pero aquí estoy intentando algo... peleando la buena batalla... no es fácil... y te pido papito: ayúdame... y mi papá me abraza... y cuando veo a sus ojos: mi papito estaba llorando... (Es parte de uno de mis escritos)...
Y ni qué hablar de las prédicas de Dante Gebel, considerado uno de los más grandes predicadores de los últimos tiempos... Y así también Cash Luna, Guillermo Maldonado y otros; cada quien con un estilo muy personal, muy único... pero ahí están llevando a cabo la labor preciosa de predicar el evangelio a toda criatura... y a los que somos creyentes edificarnos, fortalecernos...
Ya es tiempo de que hagamos algo, y te aliento amigo, amiga que utilices todos los medios que puedas para enviar un mensaje de reflexión, de aliento... No te quedes con los brazos cruzados... tienes uno o más talentos... Y recuerda, esta labor no es específicamente para una parte de la iglesia... sino para toda la iglesia... y quizá tú me digas en lo más íntimo de tu ser: Claro que sí...
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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