miércoles, 10 de junio de 2015

Dante Gebel - Las cuatro dimensiones del Espíritu



Al igual que entre la multitud que presenciaba la venida del Espíritu Santo el día de Pentecostés, algunos hoy se maravillan ante Su presencia, a otros los confunde y otros más se burlan, incrédulos ante lo que no logran comprender. Y el confundido, el incrédulo y aun el maravillado, no tendrán un cambio de vida a menos que pasen a la cuarta dimensión del Espíritu que es estar llenos de Su gloria. Para llegar a esta llenura, hay que trabajar, hay que esforzarse y obedecer al Señor por fe; hay que dejar la era de Moisés y entrar en la era de Josué, hay que buscar recompensas en vez de regalos. El que por fe hace cosas, el que no sólo cree en Él, sino le cree a Él, recibe bendición porque entra en la dimensión de la llenura del Espíritu. Un mensaje revelador!.

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