martes, 27 de abril de 2010

Israel y el Templo restaurados

La semana 70 de Daniel

Versículo: Daniel 9:27

27“Por otra semana más confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después, con la muchedumbre de las abominaciones, vendrá el desolador, hasta que venga la consumación y lo que está determinado se derrame sobre el desolador”.

Precedentes

El fin de la semana 69 tuvo lugar en el momento en el que el “Mesías” fue “eliminado”, después de lo cual, “el pueblo de un príncipe que ha de venir” destruyó el Templo y la ciudad de Jerusalén. Las palabras de Daniel, escritas aproximadamente en 538 a.C., se cumplieron en 70 d.C., cuando los ejércitos romanos de Tito destruyeron Jerusalén y más tarde, el Templo judío, del cual cada una de las piedras fueron arrojadas al suelo. Josefo, el historiador judío, denunció que más de 1.000.000 de judíos fueron asesinados después de la toma de la ciudad de Jerusalén. En Roma, se construyó el Arco de Tito, en el que aparecen soldados romanos que se llevan los tesoros del Templo hasta Roma, para reconocer las victorias de Roma sobre los judíos; después de esta rebelión, la nación judía fue esparcida por todo el imperio romano.

Desde la destrucción del Templo hasta el día de hoy no ha habido ningún Templo Judío en el Monte del Templo. Al inicio de la semana 70 de Daniel, hay un acuerdo de 7 años pactado entre el “Príncipe que ha de venir”, “muchos” e “Israel”. Este pacto hace referencia al próximo Templo Judío, el tercer Templo, y se rompe a la mitad del tiempo, 3 años y medio, en consecuencia de lo cual se detiene el sacrificio en el Templo.

Sin embargo, hay problemas importantes a la hora de construir un nuevo Templo. La destrucción del anterior que llevaron a cabo los romanos en 70 d.C. está documentada en el Arco de Tito. Más tarde, en 638 d.C., los ejércitos musulmanes conquistaron la tierra de Israel, que pertenecía al Imperio Bizantino, y en 687 construyeron la Cúpula de la Roca donde había estado el Templo judío. Los musulmanes ven en la Cúpula de la Roca el tercer lugar más sagrado para el Islam (que actualmente cuenta con más del 20% de la población total de la tierra), ya que creen que desde la cima del Monte Moriah Mahoma ascendió al cielo. El edificio musulmán se construyó en tierra judía para demostrar que el Islam era la religión definitiva y para honrar la supuesta ascensión de Mahoma, lo cual crea un problema para el mundo.

Sólo a Israel se le permite construir un Templo en la cima del Monte Moriah, ya que David compró el lugar bajo la instrucción de Dios.


1 Comenzó Salomón a edificar la casa de Jehová en Jerusalén, en el monte Moriah, que había sido mostrado a David su padre, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán, el jebuseo. 2 Crónicas 3:1
Esto hace que el mundo Islámico esté en desacuerdo con el Templo de Israel y que nunca llegue a aceptar la construcción de un Templo Judío en este lugar. Los judíos ortodoxos, que están a favor de la construcción del Templo, no aceptarán la “Cúpula de la Roca”, por tanto, o bien el Islam derrota al judaísmo o bien Israel derrota al Islam. La Biblia nos dice que Israel construirá un Templo, pero sólo cuando la “Cúpula de la Roca” sea quitada, éste podrá ser construido, y para que la Cúpula de la Roca sea quitada tiene que tener lugar un evento significativo, que enfrentará al mundo islámico contra Israel. Israel vencerá a los ejércitos del Islam en una batalla futura, tal y como predice la Biblia.

Condiciones previas a la semana 70 de Daniel

Antes de que pueda empezar la “semana 70” de Daniel, tienen que tener lugar 2 eventos en el pueblo judío:

Israel tiene que reunirse en la Tierra de Israel

Tiene que tener el deseo de reconstruir el Templo judío


La semana 70 de Daniel hace ante todo referencia a “tu pueblo”, los judíos, y a “tu santa ciudad”, Jerusalén. Antes de que Israel pueda reconstruir el Templo tiene que ocupar la tierra de Israel y Jerusalén, y antes de que el Templo pueda ser reconstruido, la Cúpula de la Roca tiene que ser derribada y el área del Monte del Templo, purificada. Las cenizas de la “vaca rojiza” servirán para la purificación del próximo Templo, pero antes de que esto ocurra, el Islam habrá dejado de ser una amenaza para Israel.

La relación única de Dios con Israel

Uno de los eventos sobre los que más se ha profetizado en las Escrituras es la unión de Israel. Esta unión es central en la relación de Dios con los descendientes de Abraham, una relación eterna. Dios le dio Su palabra a Abraham, a Moisés y a otros profetas sobre Su relación única con Israel.

Cuestionar esta relación única supondría cuestionar la Biblia. Israel, en tanto que nación, está compuesto por los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob. Cuando Abraham fue por primera vez al Monte Moriah, Dios le prometió la tierra, la cual también le fue prometida a Isaac y a Jacob, el padre de las tribus de Israel. La Biblia da detalles de la relación de Dios con Israel.

6 Porque tú eres pueblo santo para Jehová, tu Dios; Jehová, tu Dios, te ha escogido para que le seas un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra. 7 No por ser vosotros el más numeroso de todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos, 8 sino porque Jehová os amó y quiso guardar el juramento que hizo a vuestros padres; por eso os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de la servidumbre, de manos del faraón, rey de Egipto.

Deuteronomio 7:6-8
2 Porque eres pueblo santo a Jehová, tu Dios, y Jehová te ha escogido para que le seas un pueblo único entre todos los pueblos que están sobre la tierra.

Deuteronomio 14:2
La relación de Dios con Israel se basa en la palabra que Él les dio a los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob. Esta relación especial que hay entre Israel y Dios es santa y a través de ella, Israel tiene un objetivo específico en la Tierra. Este pueblo es único entre todas las naciones. De estos versículos de Deuteronomio podemos extraer las siguientes conclusiones sobre la relación de Dios con Israel:

· Dios escogió a Israel.

· Israel como nación es diferente de todas las demás naciones.

· El Señor ama a Israel.

· Dios guardará la promesa que le hizo a los patriarcas.


Dios le reveló a Jeremías la extensión de Su relación con Israel en un momento en que la existencia de Israel era incierta. Dios le aseguró a Jeremías que Su relación con Israel era tan cierta como que el sol y la luna brillaban en la Tierra. Si el sol y la luna dejaran de brillar, entonces los descendientes de Israel también dejarían de ser una nación delante del Señor.

“Así ha dicho Jehová, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, que parte del mar, y braman sus ondas; Jehová de los ejércitos es su nombre

36 Si faltaren estas leyes delante de mí, dice Jehová, también la descendencia de Israel faltará para no ser nación delante de mí eternamente”·

Jeremías 31:35-36


Podemos concluir, partiendo de Jeremías, que la relación de Dios con los descendientes de Israel es más segura que el sol, la luna y las estrellas. Solo si ellos dejaran de existir, Israel dejará de ser una nación.

· La nación de Israel como tal es más segura que el sol, la luna y las estrellas.


El pacto de Israel
Antes de que los del pueblo de Israel entraran en la tierra prometida (el actual Israel), aceptaron un pacto con dos estipulaciones, una de bendición y otra de maldición. Si Israel obedecía como nación, sería bendito sobre todas las naciones de la tierra:

1 “Acontecerá que si oyes atentamente la voz de Jehová, tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová, tu Dios, te exaltará sobre todas las naciones de la tierra”.
Deuteronomio 28:1
Pero si Israel desobedecía, sería maldito. Una de las maldiciones era ser esparcido por las naciones y que la tierra de Israel se quedaría asolada durante este período.

64 Jehová te esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo, y allí servirás a dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al leño y a la piedra. 65 Y ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo, pues allí te dará Jehová un corazón temeroso, languidez de ojos y tristeza de alma.
Deuteronomio 28:64
25 Traeré sobre vosotros espada vengadora, en vindicación del pacto(...)33 A vosotros os esparciré entre las naciones, y desenvainaré la espada en pos de vosotros. Vuestra tierra quedará asolada y desiertas vuestras ciudades. 34 Entonces la tierra gozará sus días de reposo durante todos los días que esté asolada, mientras vosotros estéis en la tierra de vuestros enemigos; la tierra descansará entonces y gozará sus días de reposo.
Levítico 26:25,33-34
Pero con la esparsión, Dios también prometió un día en el que se volverían a juntar, en el que tendría lugar la unión de Israel en la tierra física que le había prometido a Abraham, un día en el que Israel tendría la posición que le correspondería delante de las naciones y en el que sus descendientes y bendiciones fueran mayores en el futuro que en el pasado:

4 “Aunque tus desterrados estén en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá Jehová, tu Dios, y de allá te tomará. 5 Jehová, tu Dios, te hará volver a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; te hará bien y te multiplicará más que a tus padres”.
Deuteronomio 30:4-5
La unión de Israel ha tenido lugar sólo dos veces en la historia de la existencia nacional del pueblo judío: la primera vez tuvo lugar después de que el pueblo fuera esparcido por los ejércitos de Asiria y Babilonia. Asiria conquistó las 10 tribus del norte, aunque no pudo conquistar a Judá, y 0éstas fueron esparcidas por el imperio Asirio. Más tarde, Asiria fue derrotada por Babilonia.
Entonces, los ejércitos de Babilonia conquistaron Jerusalén en 605 a.C, 597 a.C y 587 a.C., año en el que Babilonia destruyó el Templo. Los habitantes de Judá también fueron echados de la tierra y se les obligó a instaurarse en Babilonia, no obstante, los que pudieron huir, se fueron a Egipto. Jeremías fue uno de los que fueron tomados como cautivos hasta Egipto. Ezequiel y Daniel fueron llevados a Babilonia. Solamente después de la derrota de Babilonia a manos de Persia, se les permitió a los judíos volver a su tierra.
Esta fue la primera vez en que Israel se unió. La segunda vez tuvo lugar en nuestros días, cuando la emigración de los judíos a Israel empezó a crecer en el siglo XVIII como resultado del creciente antisemitismo que había en Europa. Después de la II Guerra Mundial y la creación de Israel, la emigración judía a su país de origen se aceleró. Los judíos vinieron desde Europa, Oriente Medio, Rusia, África, América del Sur y América del Norte y se juntaron de nuevo en la tierra. Ellos eran descendientes de los que habían sido forzados por los ejércitos romanos a esparcirse durante 1800 años.
La creación del Israel moderno fue un evento predicho por los profetas antes de los tiempos de Jesús. La unión de Israel está relacionada con los tiempos en los que Dios juzgará a las naciones.

Israel como señal

Las maldiciones de Deuteronomio 28:64-65, Levítico 26:33-34 y 2ª de Crónicas 7:19 se cumplieron con la esparsión de Israel por las naciones, pero Moisés predijo una unión futura del Israel esparcido. Tal y como se ha mencionado antes, esto ocurrió después de la cautividad de Babilonia. El momento en que Israel se unió por segunda vez tuvo lugar en nuestro siglo; esta unión hará que un día Israel sea recto y ponga su confianza en el Mesías.

La unión de los judíos que vinieron desde Etiopía tuvo lugar en 1981 y 1991. Las operaciones durante las cuales se extrajo a estos judíos de África se conocieron como operaciones “Éxodo” y “Salomón”; durante las mismas, los judíos falashas de Etiopía fueron devueltos a la tierra de Abraham. La unión desde Etiopía fue predicha hace 2700 años en el libro de Isaías. El capítulo 11 nos dice que el Señor alzará su mano “otra vez” para recobrar el resto de su pueblo. Etiopía forma parte de esta segunda unión de Israel en nuestro siglo. Por tanto, la primera unión fue después de la conquista de Persia sobre Babilonia en 539 a.C. y la segunda vez tuvo lugar en nuestros días.


11 Asimismo, acontecerá en aquel tiempo que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el resto de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar. 12 Levantará pendón a las naciones, juntará los desterrados de Israel y desde los cuatro confines de la tierra reunirá a los esparcidos de Judá. Isaías 11:11-12

El libro de Joel enlaza la unión de Israel con el juicio de las naciones; Israel es una señal para las naciones, ya que es usado en el reloj profético de Dios (Daniel 9:24) y también sirve como instrumento usado por Dios. A través de las acciones realizadas por y hacia ellos, Dios juzgará al mundo en rectitud.

1 “Ciertamente en aquellos días, en aquel tiempo en que haré volver la cautividad de Judá y de Jerusalén, 2 reuniré a todas las naciones y las haré descender al valle de Josafat; allí entraré en juicio con ellas a causa de mi pueblo, de Israel, mi heredad, al cual ellas esparcieron entre las naciones, y repartieron mi tierra.
Joel 3:1-2
La restauración de Israel está relacionada con el comienzo del reino del Mesías y con el juicio de las naciones, ya que a través de Israel Dios juzgará a las naciones. La unión de Israel es el indicador temporal para el juicio de las naciones. La palabra “cuando” está relacionada con la restauración de Israel: cuando Israel sea restaurado, Dios también reunirá a las naciones para juzgarlas. En Ezequiel 38:8 leemos que Israel será recogido en la tierra de Israel después de haber sido “siempre una desolación”. La primera unión de Israel tuvo lugar después de 70 años de cautividad, cuando Ciro conquistó Babilonia en 539 a.C.y les permitió a Israel y a Judá volver a la tierra. El Templo judío fue reconstruido en 516 a.C., 70 años después de que fuera destruido. En 444 a.C., el rey de Persia le dio la orden a Nehemías de reconstruir Jerusalén y sus murallas. En ese momento, Jerusalén había sido desolado durante 142 años.

Actualmente, Israel está repartido por muchas naciones, pero también se encuentra en su tierra después de haber estado esparcido durante 1900 años, un periodo de tiempo más de 10 veces superior al tiempo que duró la primera desolación. El Israel actual fue el tema de la profecía de Ezequiel hace unos 2500 años. En Miqueas 5:2 se nos dice que Israel será abandonado hasta el tiempo en que “dé a luz la que ha de dar a luz”, entonces los hermanos volverán junto a los israelitas y después de la unión, el Mesías será el Pastor de su rebaño. La venida del Mesías está relacionada con la unión de Israel.

Para que pueda empezar la semana 70, existen dos requisitos: la unión de Israel y el deseo de reconstruir el Templo. Actualmente, la reconstrucción del Templo no se puede realizar debido a la presencia de la Cúpula de la Roca y a la falta de ganas. El mundo musulmán, recordemos que cuenta con más del 20% de la población total de la tierra, no permitirá la construcción del Templo judío en ese sitio. Por ello, antes de que esto sea posible, el Islam tiene que ser derrotado, ya que la amenaza contra Israel ha de ser eliminada.

Derrota del Islam

Para que el Templo judío pueda ser reconstruido, se tiene que eliminar la Cúpula de la Roca. Para el mundo musulmán, un Templo judío en este lugar es una cosa impensable, de hecho, los ayuntamientos ya han amenazado al mundo con una guerra mundial si Israel intenta construir un Templo judío. Por tanto, tal evento no tendrá lugar a menos que haya una guerra.

Hay varias situaciones que podrían llevar a Israel y a sus vecinos musulmanes a un conflicto. De hecho, los judíos ya han sido arrestados por intentar hacer explotar la Cúpula de la Roca. El edificio se podría destruir fácilmente con terremotos o misiles; recientemente arqueólogos israelís han descubierto un bulto en una de las murallas que sostienen la Cúpula de la Roca. Este bulto es resultado de una excavación musulmana en el lugar del Monte del Templo que se ha llevado a cabo con el fin de construir una de las mezquitas más grandes del mundo y que ha amenazado la estructura íntegra de la Cúpula de la Roca. Todo esto constituye un riesgo en potencia para el tercer lugar más sagrado para el Islam. Si la Cúpula de la Roca se derrumbara por sí misma, ¿permitiría Israel que ésta fuera reconstruida? La negativa de Israel podría desencadenar un conflicto internacional.

Actualmente hay un movimiento creciente en Israel para hacer que el Monte del Templo sea central para la nación judía. Las elecciones de febrero de 2003 hicieron que Israel se decantara hacia la derecha con el “Likud” y los partidos religiosos que obtuvieron la mayoría. Los partidos religiosos han mostrado pocas ganas de unirse al gobierno a menos que el Monte del Templo sea abierto a los judíos, ya que actualmente es solo accesible para los musulmanes.

La confrontación de los EE.UU. y del Reino Unido con Irak es una humillación para los países islámicos, y cualquier intento de abrir el Monte del Templo les parecerá un insulto añadido. Cuanto más religioso y más hacia la derecha se desplace Israel, mayor importancia cobrará el Monte del Templo, lo cual llevará a una situación potencialmente explosiva. El conflicto venidero resultará en la reconstrucción del Templo por parte de Israel. Este conflicto islámico está predicho en el libro de Ezequiel, en los capítulos 38 y 39.

Gog y Magog

En Ezequiel 38 y 39 podemos leer sobre un conflicto en el que estará involucrado un Israel futuro, no obstante, las características de esta nación solamente encajan con el Israel actual. Tales características son:

Muchos días en el futuro

Israel ha sido recogido de muchas naciones

La tierra ha sido siempre una desolación

Israel vive confiadamente

Las ciudades no tienen murallas

Hace mucho lo profetizaron profetas de Israel


Israel nació como resultado de la unión de personas que llegaron desde diferentes países y se juntaron en uno que por mucho tiempo había sido desolado. Irán, Libia y Etiopía son naciones involucradas en este ataque profetizado: las tres son naciones musulmanas que tienen una relación hostil con Israel (en los días de Ezequiel estas naciones eran conocidas como Persia, Fut y Cus). En este ataque futuro también se encuentra una nación llamada Gog, que habita en la tierra de Magog en el norte lejano. Moscú se sitúa directamente al norte de Jerusalén: hay que tener en cuenta que Rusia ha apoyado casi siempre a los enemigos de Israel en el pasado. Rusia fue quien proveyó de armas y aviones a Irak, Siria, Egipto e Irán en sus respectivas guerras contra Israel. Este ataque futuro incluye naciones que estarán en contra de Israel. Otras naciones que se mencionan son “la casa de Togarma” (o Bet-togarma) y Gomer. Los armenios se consideran descendientes de Togarma, que era un proveedor de caballos para las naciones del este (Ezequiel 27:14): Armenia ofrecía 10.000 caballos a Babilonia como tributo anual y actualmente es aliada de Rusia e Irán; Gomer es el padre de las naciones europeas. Uno de los motivos por los que existe el estado de Israel es por el antisemitismo europeo y hay que decir que algunos países de Europa se aliarán contra Israel en tal conflicto, lo cual podría ser perfectamente una operación en la que las Naciones Unidas sancionaran a Israel.

En esta batalla futura Israel obtendrá la victoria sobre los ejércitos invasores, ya que es una victoria que está en manos de Dios, quien lucha en beneficio de Israel. Esta victoria no será para beneficio de Israel, sino para que el mundo conozca al Dios de Israel:

23 ”Entonces seré engrandecido y santificado, y seré conocido ante los ojos de muchas naciones. Y sabrán que yo soy Jehová”. Ezequiel 38:23

21 “En todos mis montes llamaré contra él a la espada, dice Jehová, el Señor; la espada de cada cual estará contra su hermano”. Ezequiel 39:21

La victoria de Israel hará que éste se vuelva hacia Dios y mientras esto ocurra, Israel construirá el Templo. Israel pondrá su esperanza de ser salvo en este próximo Templo, pero su esperanza sólo estará en Jesús, el Mesías, el que fue “eliminado” y rechazado por esta nación en el siglo I.

Después de la derrota de Gog de Ezequiel 38 y 39, podemos leer en el capítulo 40 acerca de ciertos planes para un nuevo Templo. Este Templo será el que exista mientras el Mesías reine en la Tierra. De hecho, Israel construirá el Templo para la venida del Mesías, ya que no ven en Jesús al Mesías. Este Templo será posteriormente profanado por el “Príncipe que ha de venir”, por lo que el Templo no salvará a Israel, sino que sólo lo podrá hacer Jesús.

La construcción por parte de Israel y el pacto de paz con el “Príncipe que ha de venir” será el principio de la semana 70 de Daniel.


El Templo reconstruido

Jesús también predijo que habría un tercer Templo, después de la destrucción realizada por los romanos en 70 d.C. En Mateo 24:2 Jesús les dijo a sus discípulos, después de que éstos hablaran de la belleza del Templo, que no quedaría piedra sobre piedra que no fuera derribada, de lo cual se encargaron los romanos bajo el mandato de Tito en 70 d.C. Posteriormente, Jesús hace referencia a los tiempos del fin, cuando sea destruido el Tercer Templo, diciendo que causará la abominación desoladora:

14 Y será predicado este evangelio del Reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.

15 Por tanto, cuando veáis en el Lugar santo la abominación desoladora de la que habló el profeta Daniel --el que lee, entienda--, Mateo 24:14,15

La abominación desoladora se menciona tres veces en el libro de Daniel (Daniel 9:27, 11:31 y 12:11). y cada una de ellas hace referencia a la destrucción del Templo.

Pablo también apunta que es necesario un Tercer Templo y habla del papel que tendrá el mismo. El anticristo entrará en el Templo y se autoproclamará Dios, lo cual concuerda con las palabras de Jesús y Daniel acerca del papel que tendrá este Templo.

3 ¡Nadie os engañe de ninguna manera!, pues no vendrá sin que antes venga la apostasía y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, 4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto, que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.

2ª Tesalonicenses 2:3-4
La larga ausencia de un Templo y la unión de Israel también fueron predichas por Oseas. Los “muchos días” hacen referencia a nuestros días, ya que la única vez desde los tiempos de Oseas en que no hubo templo fue durante un período de 70 años, durante 586 a.C. y 516 a.C., y setenta años no es nada en comparación con los 1900 años que han pasado desde entonces.

4 “Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin estatua, sin efod y sin terafines. 5 Después volverán los hijos de Israel, buscarán a Jehová, su Dios, y a David, su rey; y temerán a Jehová y a su bondad al fin de los días”.

Oseas 3:4

Para reconstruir el Templo judío primero tiene que haber un deseo de construir en el Monte del Templo, lo cual hará que el mundo islámico se vuelva en contra de Israel. No obstante, Israel también se tendrá que preparar para este Templo: el sacerdocio tendrá que estar calificado y tendrán que estar preparados objetos como la Menora, la mesa del pan de la proposición, los altares y la ropa de los sacerdotes.

Actualmente una organización conocida como “the Temple Mount Faithful” (“los fieles del Monte del Templo”) se está preparando para el Tercer Templo: en su página web (http://www.templeinstitute.org/) se pueden ver los detalles de los preparativos.

Según la Biblia, solamente podrán ser sacerdotes del Templo un grupo selecto de descendientes de Aarón. No obstante, una pregunta que la gente se hace con frecuencia es cómo se puede saber quién es descendiente de Aarón. Pues bien, el apellido judío “Cohen” y sus formas derivadas son propios de sacerdotes: si un hombre tiene este apellido y un árbol genealógico fácil de determinar se puede pensar que el hombre en cuestión es un candidato en potencia para ser sacerdote judío.

Muchos de los aspectos relacionados con la reconstrucción del Templo están presentes actualmente:

· Israel controla el Monte del Templo.

Hay un grupo de sacerdotes judíos que se están preparando para los servicios en el Templo.

Muchas de las cosas que se necesitan para las reuniones del Templo ya se han construido.

Los objetos que fueron sustraídos en 70 d.C. se encuentran en Roma bajo control del Vaticano. Se ha pedido que vuelvan a su sitio original.


Lo que le falta a Israel para tener el Templo es:

El deseo de construirlo

Tener capacidad para vencer al poder mundial islámico.

Una vaca rojiza adecuada para purificar el lugar del Monte del Templo.

La vaca rojiza


En Números 19, Dios le dio a Israel el método para limpiar a los que se habían corrompido: se trata de un procedimiento que consistía en coger las cenizas de una vaca rojiza quemada y mezclarlas con agua para empezar una ceremonia de purificación. Este sería el procedimiento para limpiar el Monte del Templo una vez que se haya empezado o completado la construcción del Templo.

Aunque ha habido muchas vacas que eran casi perfectas, hasta el día de hoy, los rabíes no han encontrado ninguna vaca rojiza adecuada para la purificación.

También cabe la posibilidad de que exista la vaca rojiza perfecta pero que su existencia se mantenga en secreto. Hay rancheros en Tejas que se dedican a criar vacuno selectivamente para dar con la vaca rojiza perfecta.

Números 19

“Jehová habló a Moisés y a Aarón, y les dijo: 2 «Esta es la ordenanza de la ley que Jehová ha prescrito, diciendo: Di a los hijos de Israel que te traigan una vaca rojiza, perfecta, en la cual no haya falta, sobre la cual no se haya puesto yugo. 3 La daréis a Eleazar, el sacerdote, quien la sacará fuera del campamento y la hará degollar en su presencia. 4 Entonces Eleazar, el sacerdote, tomará de la sangre con su dedo y rociará siete veces con ella hacia la parte delantera del Tabernáculo de reunión. 5 Después hará quemar la vaca ante sus ojos; hará quemar su cuero, su carne, su sangre y hasta su estiércol. 6 Luego tomará el sacerdote madera de cedro, hisopo y tela roja, y lo echará en medio del fuego en que arde la vaca”.

La ausencia de una vaca rojiza, o al menos el desconocimiento de su existencia, nos indica que el Tercer Templo se encuentra todavía en un futuro lejano...


Los tiempos del fin


Manuel Núñez del Prado Dávila

Escritor peruano


Te amo, te amo mi cielo lindo...

Eres hermosa, eres especial...

Y te admiro; claro que te admiro...

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