Para fijarme en ti.
Bastó un momento de silencio bien entendido
Para decirnos lo que estábamos sintiendo.
Bastó una sonrisa
Y me hice un mundo de ilusiones.
Y bastó que tus labios se acercaran a los míos
Para darme cuenta de una vez por todas
que todo era verdad.
Y de ahí en adelante te amé
como a nadie he amado.
Dejé volar mi imaginación
para inspirarme en ti
y para escribirte a mi manera
suave, literaria y melodiosamente
mis más lindas poesías:
Al viento y a las aves
a la noche inmensa, más inmensa sin ti.
A los prados, a los lirios, a los campos y a las rosas.
A un mundo de ensueños y de ilusiones
de idealismo y de emociones intensas
de pensamientos mágicos, reales y maravillosos
de campanas que suenan, de pajarillos que cantan
de un mundo de rosas, de lirios y de jazmines
de poesías que van, de poesías que vienen
todo eso eres tú, como estrella de la mañana
como pálpito de mi vida y como aquello que anhela mi alma.
Como los prados al viento, como la lluvia al rocío
como gotas de lirios que caen, como sueños que perduran a través
del tiempo
de sentimientos que van, de sentimientos que vienen
eso eres tú, poesía que se eleva; melodía que no termina.
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
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