- Yo no soy ningún experto en literatura -me decía- pero de acuerdo a todo lo que tú me has hecho ver es totalmente evidente la falta de una mayor formación en algunos de los llamados críticos literarios.
Y también de esos otros que si bien no son críticos literarios pero que comentan obras por los cargos que tienen en un periódico o revista determinada o simplemente colaboran con el comentario o análisis de una que otra obra.
- No es que pretenda jugar en estos momentos a hombre serio o que tenga una mayor formación para poder recién decir algunas cosas que a simple vista es evidente.
Correcto -le dije-, no es que pretendamos jugar a hombre serio pero como dice mi papá a veces es bueno hacer notar un poco cuando hay cosas que no son como se pretende hacer creer.
- ¿Y sabes porqué hoy he querido hablar un poco sobre este tema?
No, -le respondí.
- Porque cuando yo estaba en mi pueblo -me decía- acostumbraba casi todos los días a leer las llamadas páginas culturales de los diferentes medios de comunicación y algo que se observaba a simple vista era la ausencia de una mayor formación en uno y otro sentido para que pudieran comentar ciertos aspectos pero ya de un modo diferente que indique en alguna medida la evidencia de esa formación, porque no puede ser posible que se ignore totalmente ciertas partes de un libro y más aún cuando hay contenido y belleza literaria; y si a veces dicen algo lo dicen simplemente como un saludo a la bandera, pero se nota que no hay apreciación valorativa; y así en uno y otro aspecto se nota la ausencia de una mayor formación ya en esto o aquello; y según los casos pensarán que con guardar silencio nadie se dará cuenta, nadie lo notará; pero no es así, porque siempre hay inclusive los muy jóvenes que se dan cuenta de estos "detalles", y que no es propio de alguien que está cumpliendo una labor de gran responsabilidad...
Muy interesante lo que has mencionado.
- Pero como tú ya lo sabes lo aprendí un poco de uno y otro crítico literario que expresaron algo de lo que ellos habían hecho anteriormente, y que después comenzaron a entender que si querían pasar a la posteridad como un buen ejemplo entonces tenían que comenzar a cambiar esas formas de pensar que a veces o muchas veces impedía que ellos mismos pudieran aparecer como una luz más fuerte, y entendían cada vez más que parte de la trascendencia de un crítico literario estaba en la forma en cómo detallaban o expresaban o lo hacían notar ciertos aspectos o muchos aspectos que se habían escrito literariamente y a veces no tan literariamente en el desarrollo de una novela...
Y sabes qué.
- Dime.
Ahorita como que tengo el deseo de escribir una novela, pero me gustaría que sea una novela de corte romántico.
- ¿Inspirándote en alguien de manera particular?
La verdad sí, y me gustaría también que alguien me dijera que si no está conmigo como que su vida tiene un vacío...
- Y que tú al mirar a sus ojos ella te pueda decir: que eres importante en su vida.
Sí mi amigo, y creo que ya me estás leyendo el pensamiento.
- No, y tú lo sabes, sólo que estoy tratando de decir algo que en mi vida yo quisiera que se dé; es decir que alguien me diga: que soy importante en su vida.
¿Nadie te lo ha dicho amigo?
- Nadie.
Pero no hay que perder la esperanza, quizá alguien en algún momento nos diga: que somos importantes.
- A veces pienso como que no he nacido para ciertas cosas; pero entiendo que no es así...
Y claro que no es así...
- Sólo que a veces hay cosas que demoran demasiado...
Y estoy pensando escribir una historia en que a mí me digan diferentes cosas: que soy importante en el corazón de alguien, que lo que hago tiene sentido, que mis poemas trascienden, que tengo cosas para decir, o que si saco un blog me digan: sabes, un blog como el tuyo hacía falta, con poemas, con diversas cosas, con música, etc, etc, etc., aunque quizá en la vida real nadie me lo diga... y quizá muera sin nunca escucharlo...
- No llores amigo... y sabes hay una chica por ahí que ha cautivado mi corazón y ya le he escrito varios poemas.
¡Oh qué bien!, y ella todavía no te ha dicho que tú eres algo importante en su vida.
- No.
¿Y qué piensas con respecto a ello?
- Que en parte, porque no somos enamorados, y como amigo tampoco me lo ha dicho...
Digamos, digamos que no pasa nada.
- Amistad si hay, pero lo que es un sentimiento de amor, de parte de ella hacia mí, no, no lo hay.
Bueno, como se dice por ahí, así es la vida.
- Pero ha cautivado tanto mi corazón que me voy a volver quizá un poquito: un escritor.
Y decirle cosas, como que no puedes vivir sin ella, y que ella es tu aliento, tu respiración...
- Sí, la verdad sí de que ella es mi aliento para yo escribir, que aunque el mundo no me dé su mano pero que ella no me soltará, que aunque mi pie tropiece ella me levantará... ¡Oh Dios!... Y sabes qué amigo mío, a veces quiero pensar como que hemos nacido, ella y yo, para ser un complemento perfecto, y perderme en el toque de sus manos...
Amigo mío, una vez más aparece, tu fibra, tu fibra romántica...
Manuel Núñez del Prado Dávila
Escritor peruano
Es parte de una de mis novelas que todavía no he publicado...
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